Por Niranjana Krishnan
Cada año, millones de personas en todo el mundo necesitan usar pesticidas, desde agricultores que protegen sus cultivos hasta propietarios que controlan plagas en sus hogares. Sin embargo, muchos pasan por alto un paso importante en el uso de pesticidas: leer y seguir las instrucciones de la etiqueta. Darle poca importancia a la etiqueta o asumir que se puede aplicar un pesticida de forma segura sin instrucciones puede causar graves daños a la salud humana y al medio ambiente. También puede dar lugar a sanciones legales y a la imposibilidad de controlar o manejar la plaga en cuestión. Esto se debe a que la etiqueta es un documento legalmente vinculante que describe la forma correcta de mezclar, aplicar, almacenar y desechar pesticidas basándose en años de investigación y pruebas científicas.
Etiquetado de pesticidas en Estados Unidos
En Estados Unidos, las etiquetas de pesticidas están reguladas por una ley federal, la Ley Federal de Insecticidas, Fungicidas y Rodenticidas (FIFRA, según sus siglas en inglés), administrada por la Agencia de Protección Ambiental (EPA, según sus siglas en inglés). Antes de permitir la comercialización de un pesticida, la EPA revisa los datos presentados por los fabricantes, que incluyen información sobre las propiedades químicas y físicas del producto, su destino ambiental, sus efectos en los seres humanos y la fauna silvestre, sus residuos en cultivos alimentarios, etc. Estos datos ayudan a conformar la etiqueta del pesticida, en particular para garantizar el cumplimiento de la norma de FIFRA que establece que “el uso de pesticidas no debe causar efectos adversos irrazonables para la salud humana o el medio ambiente”.
Es importante destacar que la etiqueta del pesticida no es estática: los pesticidas se vuelven a registrar cada 15 años. Esto significa que la EPA debe revisar todos los datos existentes y nuevos sobre el pesticida, incluyendo los publicados por científicos independientes y los provenientes de informes de incidentes de uso, para garantizar que éste siga cumpliendo con FIFRA. Esto generalmente conduce a que, conforme pasa el tiempo, las etiquetas de los pesticidas se vuelvan más protectoras de la salud humana y del medio ambiente.


Secciones de las etiquetas de pesticidas y por qué son importantes
La etiqueta de un pesticida consta de muchas partes que, en conjunto, pretenden hacer lo siguiente:
1. Proteger a los aplicadores: Las etiquetas especifican el equipo de protección que debe usar el aplicador (por ej., gafas protectoras, guantes, ropa cerrada) antes de mezclar o aplicar el pesticida. Ciertos métodos de aplicación (por ej., métodos específicos de pulverización) que aumentan la exposición del aplicador podrían estar prohibidos. En caso de exposición accidental, se proporciona información sobre qué hacer y a quién contactar.
2. Proteger a la población humana: Las etiquetas especifican la cantidad de pesticida que se debe aplicar, la frecuencia de uso y el plazo para el acceso a las zonas tratadas. Esto ayuda a garantizar que las cantidades de pesticidas a las que está expuesta la población general (la cual incluye grupos vulnerables como niños, ancianos y personas embarazadas) no causen efectos adversos.
3. Prevenir la contaminación ambiental: además de las restricciones en las cantidades de aplicación, las etiquetas de los pesticidas podrían requerir zonas de amortiguación (por ej., “no aplicar a menos de 100 pies de cuerpos de agua”) y/o restringir el uso en función del clima (por ejemplo, “no aplicar si se pronostica lluvia dentro de las próximas 48 horas”) para prevenir la contaminación del aire, el agua y/o el suelo.
4. Proteger a los polinizadores y otros animales silvestres: si un pesticida es altamente tóxico para las abejas y los peces, la etiqueta puede tener declaraciones como “No aplicar durante la floración” o “No permitir que el pesticida entre o se escurra hacia desagües pluviales, zanjas de drenaje, canaletas o aguas superficiales”. Las etiquetas podrían incluir restricciones adicionales si es probable que especies en peligro de extinción o amenazadas corran riesgo por el uso de pesticidas.
5. Tener un control eficaz de plagas y prevenir el desarrollo de resistencia: El uso inadecuado de pesticidas, incluido el cambio de la cantidad o frecuencia de aplicación o el tratamiento de la plaga equivocada, puede resultar en un control inadecuado de la misma. Esto, junto con el uso repetido del mismo pesticida o el uso exclusivo de pesticidas del mismo grupo (es decir, que utilizan el mismo mecanismo para dañar a las plagas), también puede provocar que las poblaciones de plagas se vuelvan resistentes a los pesticidas. Por esa razón, las etiquetas suelen incluir secciones que solicitan a los usuarios rotar los pesticidas o incorporar otros métodos de control de plagas.
6. Prevenir daños a plantas y cultivos: Las etiquetas de los pesticidas también especifican dónde aplicarlos, incluyendo en qué plantas o cultivos. Aplicar un pesticida en la planta equivocada podría dañarla y cualquier cultivo tratado podría tener que desecharse, ya que podría ser peligroso para el consumo y, por ende, su venta sería ilegal.
¿Qué significa para mí?
La etiqueta de un pesticida puede parecer un bloque de texto denso (y a menudo lo es, desafortunadamente), pero representa décadas de investigación, regulación y experiencia condensadas en una sola guía. Nos indica cómo usar un pesticida de forma segura, eficaz y legal. Por lo tanto, antes de usar cualquier pesticida, preguntémonos si realmente lo necesitamos y, de ser así, asegurémonos de leer y seguir las instrucciones de la etiqueta para protegernos a nosotros mismos, a nuestra comunidad, a nuestras mascotas y al mundo que nos rodea.
Dra. Niranjana Krishnan – Profesora Asistente y, Coordinadora del Programa de Educación en Seguridad de Pesticidas para el estado de Maryland, Universidad de Maryland, College Park, USA. Hacer click aquí para leer otros posteos de Niranjana. Traducido del inglés por Luciana Albeiro, UMD School of Languages, Literatures, and Cultures.
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