Optimización de la densidad de plantas para cultivo utilizando sandías injertadas como solución al marchitamiento por Fusarium

Por Haley Sater y Ben Beale

El marchitamiento por Fusarium, causado por el patógeno del suelo Fusarium oxysporum f. sp. niveum, representa una importante amenaza para los cultivos de sandía, especialmente en Maryland, donde se han identificado nuevas variedades del patógeno. Las opciones de fungicidas son limitadas, lo que, una vez que el campo ha sido infectado, convierte la producción de sandías en un riesgo económicamente inviable. Sin embargo, las investigaciones han demostrado que las sandías injertadas que no tienen semillas pueden cultivarse con éxito en áreas previamente infectadas por Fusarium. En este posteo, proporcionaremos una descripción general del problema e informaremos sobre los últimos estudios realizados sobre el tema en la Universidad de Maryland.

Sandía injertada con una abrazadera de injerto que sostiene el injerto en su lugar hasta que una unión de injerto estable se haya formado. Foto: Tri-Hishtil.

Proyectos de Investigación en la Universidad de Maryland

Durante varios años, la Universidad de Maryland ha llevado adelante proyectos de investigación sobre sandías injertadas. Estos estudios se centran en analizar integralmente los rendimientos de cultivos y la calidad de la fruta de las sandías injertadas en campos con antecedentes de marchitamiento por Fusarium. Este año buscamos explorar el impacto del espaciado de las plantas en el rendimiento de las sandías injertadas, utilizando la variedad sin semillas Fascination como injerto y la variedad Carolina Strongback como portainjerto. La elección se hizo porque el portainjerto Carolina Strongback, un híbrido interespecífico de tipo cítrico, ha demostrado buen rendimiento bajo la presión del marchitamiento por Fusarium e, incidentalmente, en años anteriores también ha demostrado gran resistencia a los nematodos que afectan las raíces. Sin embargo, los agricultores deben tener en cuenta que, aunque la variedad es resistente al marchitamiento por Fusarium, no lo es a otras infecciones fúngicas (por ejemplo, Phytophthora).

El área cuadrada dentro de la cinta de señalización naranja fue cosechada y representa el rendimiento de una réplica del tratamiento. La pila de sandías junto a la parcela son todas las sandías cosechadas de la parcela. Foto: H. Sater.

Nuestros estudios demuestran la existencia de sandías más pesadas en los campos donde las plantas se encuentran más espaciadas

Durante el año 2023, llevamos a cabo un experimento en dos granjas de Maryland (una en el condado de Wicomico y otra en el condado de St. Mary’s). En estos experimentos, evaluamos cómo diferentes espaciados de plantas dentro de las hileras (a 3 pies, 5 pies y 7 pies; resultando en campos con 2074, 1245 y 889 plantas por acre, respectivamente) afectaban el rendimiento del campo. Para mejorar aún más la polinización, plantas polinizadoras fueron injertadas estratégicamente en portainjertos Carolina Strongback y espaciadas cada tercer planta sin semillas en todo el campo. En el momento de la cosecha (agosto y septiembre), se cosecharon frutas de cada parcela en un área de 20 pies a lo largo de todas las filas. Durante ambas cosechas, se registraron el peso de las frutas y la cantidad de frutas cosechadas de cada parcela para el análisis del rendimiento.

Registrando el peso de cada sandía cosechada. Foto: E. Zobel.

Aunque esperábamos encontrar diferencias entre los tratamientos, no encontramos diferencias significativas entre ellos. Sin embargo, los rendimientos totales tendieron a ser más altos en los tratamientos con mayor espaciado (espaciados de 5 pies y 7 pies). Curiosamente, en la primera cosecha (agosto) hubo más sandías cosechadas en el grupo de espaciado de 7 pies y 5 pies, mientras que en la segunda cosecha (septiembre) hubo más sandías cosechadas en el tratamiento de espaciado de 3 pies.

En cuanto al peso, las sandías cosechadas en las parcelas con espaciados de 5 y 7 pies fueron significativamente más pesadas que las sandías cosechadas en las parcelas con espaciado de 3 pies.

Los rendimientos de cada una de las cuatro réplicas dentro de cada uno de los tres tratamientos de espaciado.

Espaciar las plantas puede producir rendimientos similares y ahorrar dinero

Aunque el costo inicial de las plantas injertadas puede generar preocupaciones entre los agricultores, los estudios han demostrado de manera consistente que las plantas sin semillas injertadas muestran un vigor superior en comparación con sus contrapartes no injertadas. En este estudio, descubrimos que parte de la inversión financiera puede reducirse al plantar en menor densidad. De hecho, nuestros resultados sugieren que no hay una penalización de rendimiento asociada con un mayor espaciado entre las plantas. Además, las sandías de los tratamientos con espaciado de 7 pies y 5 pies maduraron antes, o tuvieron una mayor proporción de frutas maduras en la primera cosecha en comparación con el tratamiento con espaciado de 3 pies, que tuvo más frutas cosechables durante la segunda cosecha.

Rendimiento total de los tres tratamientos de espaciado y las dos fechas de cosecha. Tenga en cuenta que el número de sandías cosechadas pareció ser menor en septiembre que en la cosecha de agosto.

Nuestra recomendación es que si se busca llegar a una ventana de mercado temprana, el uso de un espaciado de menor densidad para sandías injertadas que no tienen semillas puede ser una buena idea. Considerando estos resultados, los agricultores pueden compensar parte del mayor costo de las sandías injertadas comprando menos plantas de las que necesitarían en un campo regular de sandías sin semillas.


La Dra. Haley Sater es Agente de Extensión Agrícola para la Universidad de Maryland, en el Condado de Wicomico, EEUU. Hacer click aquí para leer otros posteos de Haley. Traducido por Juan Díaz, UMD School of Languages, Literatures, and Cultures.


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