Por Macarena Farcuh
Las frambuesas son una de las frutas más irresistibles dado su delicioso sabor y su atrayente color, además de aportar un sinfín de propiedades y beneficios a nuestra salud gracias a su alta concentración en antioxidantes, minerales y vitaminas. En este blog describiremos los distintos tipos de frambuesas, y hablaremos del manejo de su cultivo y poda.
¿Qué tipos de frambuesas hay?
Las frambuesas (nombre científico: Rubus spp.) son un tipo de zarza, y mientras muchas son de un solo color, hay varios tipos de frambuesas. Las frambuesas pueden presentarse en cuatro colores diferentes: rojo, negro, morado y dorado/amarillo; siendo la frambuesa roja la más importante a nivel comercial. Además, las frambuesas presentan dos tipos de fructificación: la de verano y la de otoño. Las frambuesas otoñales también se conocen como «perennes».
Frambuesos de verano. Tienen dos tipos de tallos, los floricanes y los primocanos. Los floricanes son tallos leñosos y marrones del año anterior que dan fruto en el año en curso, desde finales de junio hasta agosto y luego mueren. Los primocanos corresponden a los tallos nuevos y verdes que crecen este año y no darán fruto hasta el año que viene.
Frambuesos de otoño. Dan fruto en los tallos nuevos y verdes del presente año, por lo que se puede esperar que den fruto el primer año. La razón por la que los frambuesos otoñales también se denominan «perennes» es que se pueden podar para que den una pequeña cosecha de verano en los tallos del año anterior y una cosecha de otoño más abundante en los tallos de este año.
Debido a su biología y ciclo vital, los frambuesos de verano y los de otoño tienen necesidades de cuidado y poda diferentes. Dado lo anterior, es de crucial importancia evitar intercalar en una misma plantación los frambuesos de verano y de otoño. La recomendación es de mantener los dos tipos de frambuesos en hileras o grupos separados porque, si se mezclan, será muy difícil identificarlos y podarlos correctamente.

Condiciones de cultivo
Las frambuesas deben plantarse a principios de la primavera. Se dan mejor en un lugar soleado con suelo franco arenoso y con alto contenido de materia orgánica. Las frambuesas no crecen bien en lugares con mal drenaje. También hay que evitar plantarlos en lugares donde se hayan plantado tomates, papas/patatas, pimientos, berenjenas o fresas en los últimos cinco años, ya que pueden albergar enfermedades fúngicas que pueden infectar y matar las raíces de los frambuesos.
Para crear el mejor lecho para el cultivo de frambuesas, se debe preparar el suelo del lugar elegido durante el otoño añadiendo grandes cantidades de compost, estiércol bien descompuesto o musgo de turba, y dejarlo «asentarse» durante el invierno antes de plantar las frambuesas en primavera. Si no se puede preparar todo esto con tanta antelación, las frambuesas seguirán creciendo bien si se mezcla el compost con la tierra justo antes de plantarlas.
Generalmente, se recomienda plantar las frambuesas en hileras con las plantas a 2 pies de distancia. Si se van a plantar varias hileras, se debe tratar de no dejar menos de 8 pies entre ellas para garantizar una buena circulación del aire, que ayudará a prevenir enfermedades fúngicas como la antracnosis y la botritis. Se debe cavar un hoyo o surco lo bastante grande para que quepan todas las raíces, pero no se deben plantar demasiado profundas: los frambuesos prefieren tener sistemas radiculares poco profundos, y además no toleran que el agua se estanque alrededor de la copa. Una vez plantados, los tallos se deben cortar a una altura de cinco a seis pulgadas desde el nivel del suelo. La tierra alrededor de las raíces debe mantenerse húmeda durante al menos una semana, dependiendo de las condiciones meteorológicas. El acolchado alrededor de las plantas ayudará a mantener la humedad y a controlar las malezas. También se recomienda eliminar todas las flores durante el primer año para estimular el crecimiento de la planta.
La mayoría de las plantas de frambuesos se benefician de plantación en un sistema de espaldera. Los postes de acero de unos 7 pies de altura y 8 pies de separación entre ellos, enterrados al menos un pie en el suelo, con dos o tres alambres guía horizontales, funcionan bien como soporte. Este sistema es una inversión única que se amortiza con los años. Además, atar las plantas de frambuesos al alambre durante la temporada de crecimiento con hilo de algodón facilita mucho la cosecha.

En cuanto a la fertilización de las plantas de frambuesos, se recomienda fertilizar las frambuesas anualmente a principios de primavera con un fertilizante equilibrado 10-10-10 (que contenga cantidades iguales de nitrógeno, fósforo y potasio). Añadir estiércol bien descompuesto o tierra de champiñón al suelo una vez al año también es una buena forma de mejorar la calidad del suelo.
Una vez establecidos, los frambuesos requieren relativamente poco mantenimiento, salvo la poda y el control de los chupones. Los chupones son brotes que crecen cerca del tronco del arbusto de la planta de frambueso, y a diferencia de las ramas normales, crecen rápidamente y compiten con las ramas principales por recursos como agua, nutrientes y luz solar. Es importante tener en cuenta que los frambuesos sanos pueden enviar vigorosos chupones de varios pies en todas direcciones. Si las plantas de frambuesos empiezan a producir chupones que se encuentran fuera de su hilera, es posible que sea necesario tener que cavar profundamente a lo largo de los bordes de la hilera cada algunas semanas durante la temporada de crecimiento para frenar su propagación bajo tierra.
Poda de frambuesas
La poda es fundamental para mantener a las frambuesas sanas y libres de enfermedades. Para podar los frambuesos de verano se debe considerar hacerlo inmediatamente después de la cosecha de otoño, y las cañas que acaban de dar fruto deben cortarse hasta el suelo. El resto de los nuevos tallos se poda en primavera, dejando de tres a cuatro de los tallos más grandes por pie de hilera.
Aunque las variedades otoñales pueden podarse para obtener dos cosechas al año, se puede conseguir una cosecha más abundante si se podan para obtener una sola cosecha a finales de verano. Para ello, se deben cortar todas las cañas hasta el suelo en otoño. En la primavera siguiente, después de que las nuevas cañas hayan empezado a crecer, pero antes de finales de julio, se deben podar las nuevas cañas para dejar sólo tres o cuatro por pie en una fila.
Dra. Macarena Farcuh – Profesora Asistente y especialista en Extensión, Universidad de Maryland, College Park, USA. Hacer click aquí para leer otros posteos de Macarena.
Cuéntenos lo que piensa y ayúdenos a escribir artículos de su interés contestando estas pocas preguntas. ¡Muchísimas gracias!
Gracias por el artículo, es muy detallado, preciso y muy útil. Si me permiten comentar algo, me gustaría añadir que la poda se debe realizar dejando un palmo de rama sobre el soporte. Así conseguimos que lo nuevos brotes que salgan quedarán a una altura fácil de coger, y las mantendrán limpias, bien soleadas y, por lo tanto, disfrutaremos de frambuesas de excelente calidad.
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