Por Anahí Espíndola
Es posible que todos nos hayamos encontrado en esa situación en la que vemos un insecto en una flor y nos preguntamos si es una avispa o una abeja, o bien quizás vimos a alguien entrar en pánico frente a una abeja pensando que era una avispa. Aunque los dos grupos son distintos y hay varias formas de distinguirlos (consulte este otro posteo para ver cómo hacerlo), esta dificultad es en parte un signo de la historia evolutiva compartida que tienen los dos grupos. En el posteo de hoy, quiero hablarle sobre el origen evolutivo de las abejas, cómo se entrelaza con el de las avispas y cómo los estudios evolutivos pueden ayudarnos a entender y explicar la diversidad de nuestras carismáticas abejas.
Historias evolutivas y la gran familia de la que todos formamos parte
Antes de tocar el tema principal de este posteo, déjeme explicar un poco el contexto de este posteo, así podrá apreciar plenamente el poder de los descubrimientos que le contaré en un segundo. Uno de los fundamentos de la Biología moderna y de la forma en que entendemos la vida es que los organismos vivos comparten ancestros comunes y que procesos evolutivos como la selección natural, las mutaciones, la dispersión y los procesos aleatorios han llevado al establecimiento de nuevos linajes que pueden evolucionar en nuevas especies y nuevos grupos de organismos. Lo que esto significa es que todos los organismos vivos que conocemos pueden ser colocados en una especie de árbol genealógico (llamamos a estos árboles «filogenias» o «árboles filogenéticos»), donde las especies y grupos más estrechamente relacionados aparecen colocados en ramas que también están más cerca unas de otras. Además, esto significa que si tomáramos estos árboles, y siguiéramos el proceso evolutivo «hacia atrás» (desde las puntas hasta las ramas internas; es decir, desde el presente hacia el pasado), podríamos identificar puntos de ramificación, que representan a los ancestros ahora extintos de las especies que conocemos hoy.

Aunque esto puede sonar como un momento nerd biológico mío, espero que aprecie la enormidad de este principio. Este simple concepto indica que cada uno de nosotros y todas las especies que existen en el planeta hemos compartido ancestros en algún momento de nuestra historia. Todos estamos emparentados, como una gran familia… Y como en todas las familias, el estudio de nuestra historia puede enseñarnos cosas divertidas e interesantes sobre quiénes somos, ayudándonos a entender y explicar las cosas que observamos. Déjeme entonces ahora contarle sobre lo que el estudio de las filogenias nos ha enseñado sobre las avispas y las abejas (y su historia compartida) y por qué esto excusa en parte nuestra ocasional dificultad en distinguirlas.
Abejas y avispas, y la avispa vegetariana
Como sabrá, las abejas y las avispas son insectos que pertenecen al orden de los himenópteros. A pesar de que los especialistas en el tema sabían que los dos grupos estaban relacionados, no fue hasta hace relativamente poco que se entendió cuál era esa relación… De hecho, debido a que comparten muchos rasgos comunes, los científicos estaban confundidos durante mucho tiempo acerca de cuál era el grupo de himenópteros más estrechamente relacionado con las abejas, las avispas y las hormigas. Hace algunos años, con el desarrollo de nuevos métodos que permiten estudios más detallados de filogenias, investigadores encontraron importante evidencia de que las hormigas son un grupo de organismos que está relacionado pero es distinto de otro grupo formado por abejas y por un grupo particular de avispas solitarias y que anidan en el suelo llamadas crabrónidos. Además de la importancia taxonómica y puramente conceptual de este descubrimiento, lo que esto significó biológicamente era, por un lado, que las abejas están evolutivamente muy estrechamente relacionadas a las avispas, hasta el punto de que podríamos considerarlas «avispas no carnívoras». Por otro lado, este descubrimiento demostró que todas las abejas que conocemos hoy en día habrían evolucionado a partir de un ancestro parecido a una avispa que era solitario y anidaba en el suelo, como los crabrónidos que conocemos hoy.

Si es como yo y esto te parece interesante, ¡siga leyendo porque se vuelve aún más interesante! 😊 Después de este descubrimiento, las personas que trabajan en estos temas querían saber más. Por ejemplo, ¿pueden las filogenias decirnos más sobre cómo pudo haber ocurrido la transición de una dieta basada en carne (las avispas son carnívoras) a una basada en polen (las abejas se alimentan principalmente de polen y néctar)? Para investigar esto, los investigadores realizaron un análisis similar, pero esta vez considerando muchas más especies de abejas y crabrónidos. Al construir filogenias utilizando información genética, observaron que las abejas estaban más estrechamente relacionadas con un grupo particular de crabrónidos que se sabe depreda a trips (una familia llamada Ammoplanidae).

Además de confirmar los descubrimientos del estudio anterior, este nuevo estudio proporcionó un contexto biológico y ecológico lógico e interesante para la transición de carnivoría a la polinivoría en las abejas. Los trips son un grupo de insectos conocidos por alimentarse de materias vegetales, y a menudo se encuentran en las flores, donde se alimentan de polen. Este nuevo estudio propuso que una posible oportunidad evolutiva puede haber aparecido cuando un linaje de avispas depredadoras de trips desarrolló la capacidad no sólo de digerir la carne de los trips, sino también el polen que contenían en sus intestinos (!!). Esta transición podría haber sentado las bases evolutivas para una transición final a una dieta totalmente basada en el polen, lo que abrió oportunidades para que el nuevo linaje emergente se alimentara de un nuevo recurso dietario que aún no utilizaban otras avispas. Si esto es cierto, esta transición habría proporcionado una importante ventaja evolutiva (por ejemplo, una menor competencia por el alimento), lo que habría llevado a la enorme diversificación de las abejas y a su extrema diversidad.
Dra. Anahí Espíndola – Profesora Asistente en el Departamento de Entomología de la Universidad de Maryland, College Park, USA. Hacer click aquí para leer otros posteos de Anahí.
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