Por Darsy Smith
Las malezas, malas hierbas o plantas arvenses son plantas no deseadas que crecen en nuestros huertos o en las aceras. Son consideradas no deseadas ya que al crecer cerca de nuestros cultivos compiten por nutrientes del suelo, o porque simplemente crecen en un lugar en el cual no son bienvenidas. Existen varios métodos para controlar y/o prevenir el crecimiento de malezas, como por ejemplo el uso de herbicidas y la remoción mecánica. En este artículo, les comentaré sobre otro método, el de control biológico, que consiste en el uso de organismos que atacan a la maleza. Hoy les presentaré algunos organismos recomendados para este fin y para la región noreste de Estados Unidos.
¿Cómo funciona el control biológico de malezas?
El control biológico de malezas consiste en utilizar organismos que consumen o interfieren en el crecimiento y/o desarrollo de malezas. Mientras algunos impiden el desarrollo de raíces gracias a su adhesión a éstas, otros lo hacen liberando toxinas que impiden su crecimiento, o alimentándose directamente de sus hojas y tallos.
Entre todos los organismos usados para control de malezas, en este artículo, nos enfocaremos en los insectos. La forma de control que éstos presentan es generalmente gradual, pero puede ser muy rápida si la cantidad de insectos es muy grande. Estos insectos en general se alimentan de hojas y tallos, reduciendo la superficie de la planta que está disponible para la recibir sol. Como las plantas necesitan obtener energía del sol para su alimento, si la planta tiene menos hojas, la cantidad de sol que ésta puede capturar para producir alimentos es también menor, por lo que su desarrollo y supervivencia se ven afectados.
¿Cuán común es el uso de insectos para controlar malezas?
El uso de insectos para controlar malezas es común en situaciones en las que el control químico y otros métodos de control no son suficientes, y cuando este uso es recomendado por expertos. Esta recomendación es basada en estudios detallados de la biología de la planta y de sus potenciales especies de insectos de control, lo que permite garantizar que el insecto a ser liberado no se alimente de plantas que deseamos conservar.

Un ejemplo de control biológico de malezas de Maryland
Cardo común (Cirsium vulgare)
El cardo común es una planta bienal de flores rosadas y que alcanza hasta 3 pies/1 metro de alto, que fue introducida en Estados Unidos y es considerada una maleza nociva. Por tener grandes espinas, esta maleza puede irritar nuestra piel. Además, esta maleza también compite por nutrientes con otros cultivos y plantas nativas, lo cual interfiere en el crecimiento de cultivos y la alimentación de ganado. El cardo común es considerado una maleza agresiva porque sus semillas pueden sobrevivir por varios años, y se dispersan fácilmente por viento, agua y animales.

Varios insectos se alimentan de esta planta, siendo la mosca Urophora stylata muy efectiva en controlar esta maleza, razón por la cual fue liberada en varios estados de EEUU. La mosca controla las malezas a través de su reproducción: usando su largo ovipositor, esta mosca deposita sus huevos dentro del fruto del cardo. Después de eclosionar, las larvas se alimentan de la base del fruto hasta los meses más fríos, cuando comienzan a invernar. Si la mosca ya está establecida, en los meses cálidos del año siguiente el adulto emergerá de las semillas y repetirá el ciclo. Si no está establecida, ésta puede ser liberada en los meses cálidos. Porque consumen sus semillas, estas moscas controlan la proliferación de esta maleza nociva.

¿Qué puedo hacer si quiero comenzar a controlar esta u otras malezas en mi huerto?
El primer paso para controlar cualquier maleza utilizando control biológico es identificar su especie. Esto es importante porque algunos insectos sólo se alimentan de una planta en particular. Por ejemplo, la mosca U. stylata no deposita sus huevos en plantas que no sean cardos porque no éstas son de su preferencia.
Una vez identificada la especie de maleza, los insectos pueden ser adquiridos por internet y usados siguiendo las instrucciones del distribuidor al liberarlos en una huerta o campo libre de insecticidas. Al liberarlos en nuestros campos y huertas libres de insecticidas, uno se asegura de que no mueran por contacto con estos productos.
Un punto a tener en cuenta es que antes de liberar a estos insectos es central conocer todas las potenciales plantas hospederas del insecto, ya que es posible que éste se alimente de otras plantas y no sólo de la maleza que estamos tratando de controlar. Para ésto, es importante solicitar al distribuidor de estos insectos una lista completa de potenciales plantas hospederas.
Por último, además de adquirir estos insectos directamente de productores, es importante entender que la protección de insectos que ya están presentes un nuestros espacios verdes es otra manera de controlar malezas, ya que es muy probable que muchos de éstos ya se estén alimentando de ellas. Una forma de hacerlo es prestando atención a insectos que uno ve alimentándose de las malezas y usando prácticas de manejo que llevan a su subsistencia (por ejemplo, reduciendo el uso de insecticidas).
Para más información:
– Control biológico de insectos y malezas (USDA-FS): esta publicación.
– Guía de identificación de malezas y control biológico para el este de EEUU (en inglés, USDA-FS): pdf.
– El cardo común y su distribución (CONABIO): este sitio.
Darsy Smith es estudiante de Doctorado en el Departamento de Entomología de la Universidad de Maryland, en College Park. Hacer click aquí para leer otros posteos de Darsy.
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