Cultivos de cobertura: usos y beneficios

Por Alan Leslie

La popularidad de la práctica del cultivo de cobertura ha crecido enormemente en la última década, dado que los investigadores continúan documentando los beneficios que proveen tanto a los sistemas de cultivo como al medio ambiente. Por definición, el cultivo de cobertura refiere a cualquier cultivo sembrado principalmente para cubrir la tierra que de otro modo estaría sin cobertura, lo que provee beneficios además de suministrar un producto que puede cosecharse. Estos cultivos protegen el suelo a través de su cobertura, lo que forma un escudo contra la erosión causada por el viento y la lluvia. Esto mantiene la valiosa capa superior del suelo en su lugar y evita que los sedimentos se filtren hacia los arroyos locales, lo que puede causar daño a los ambientes de agua dulce. Además, las raíces de los cultivos de cobertura ayudan a estabilizar la tierra y aferrarse al suelo ya que absorben y almacenan el exceso de fertilizante nitrogenado que puede estar presente en la tierra luego de una cosecha de cultivo comercial. Esto ayuda a evitar que los fertilizantes se filtren en las vías fluviales, y contribuye a la proliferación de algas nocivas en estuarios como la Bahía de Chesapeake. En su lugar, esta práctica los almacena en los campos de cultivo donde pueden usarse durante la siguiente temporada.

En Maryland, el cultivo de cobertura más extendido es la siembra de granos de cereales de otoño tras la cosecha de maíz o soja. Este cultivo funciona como una protección de la tierra entre temporadas y de la calidad del agua de la cuenca de la Bahía de Chesapeake. Esta cobertura de cultivo es muy popular en Maryland en parte por los programas de costos compartidos estatales y federales que ayudan a los agricultores con el costo de plantarlos. De hecho, la protección de la calidad del agua de la Bahía de Chesapeake ha sido durante décadas una prioridad para los programas estatales de conservación y los cultivos de cobertura de invierno han tenido un papel vital para alcanzar los objetivos de reducción de la contaminación por nutrientes y el mejoramiento de la salud general de la bahía. Sin embargo, los cultivos de cobertura, además de conservar los nutrientes de la tierra y prevenir la erosión, pueden ofrecer muchos otros beneficios potenciales a la agricultura. En este sentido, pueden brindar beneficios que se extienden por fuera de las granjas, como atrapar y almacenar gases de efecto invernadero, así como también beneficios que ayudan directamente a la producción agrícola, como la eliminación de malezas y plagas y el incremento de la calidad del suelo. Los beneficios exactos que los agricultores pueden obtener al plantar cultivos de cobertura dependen de las especies que se planten, pero también de la forma en que se manejen esos cultivos de cobertura; principalmente cómo y cuándo se plantan y se terminan.

Tipos de cultivos de cobertura

Las especies de plantas más comunes utilizadas como cultivos de cobertura son las gramíneas, las brasicáceas y las leguminosas/Fabáceas. Cada uno de estos grupos brinda beneficios específicos a los sistemas de cultivo de acuerdo con las diferentes características físicas y químicas de las especies de esos grupos.

TipoEjemplosBeneficios
GramíneasGranos de cereal: trigo, centeno, avena, cebada. Hierbas forrajeras: raigrás, mijo perla, sudangrassGran cantidad de biomasa Residuo persistente Crecimiento rápido
BrasicáceasRábano forrajero, canola, mostaza, naboRaíces profundas: reduce la compactación Producción de sustancias tóxicas para las plagas del suelo Algunos efectos del invierno las dañan, no se necesitan herbicidas
Leguminosas/FabáceasTréboles: rojo, carmesí, blanco, bersim; arveja, guisante de invierno austríaco, caupíFijación de nitrógeno Flores para insectos beneficiosos Rápida descomposición
Cultivos de cobertura típicos y sus beneficios

Cultivos de cobertura con Gramíneas

Estos cultivos incluyen granos de cereales como trigo, cebada y centeno, así como también diferentes especies forrajeras como el ryegrass y el sudangrass. Estas especies tienden a establecerse y crecer rápidamente y pueden producir una gran cantidad de biomasa durante períodos relativamente cortos. Estas cualidades permiten que los cultivos de cobertura de pasto contribuyan con grandes cantidades de carbono orgánico al medio ambiente del suelo, lo que favorece el mantenimiento de su red alimentaria, mejora sus propiedades físicas y ayuda a atrapar y almacenar el dióxido de carbono de la atmósfera.

Cultivo de cobertura de cebada plantada después de la cosecha de soja que cubre y protege el suelo entre los periodos de siembra de cultivos comerciales. Foto: A. Leslie.

Cultivos de cobertura con Brasicáceas

Estos cultivos incluyen especies como el rábano forrajero, la canola y la mostaza. Luego de que las plantan de este grupo se mueren y se descomponen, producen naturalmente compuestos que son tóxicos para las plagas del suelo como los nemátodos. Además, el rábano forrajero desarrolla una raíz primaria grande que puede medir más de 2 pulgadas de diámetro y 1 pie de largo, así como una raíz alimentadora que penetra profundamente el suelo y que puede extenderse hasta 5 pies o más. Esta raíz extraordinariamente grande facilita el aireado del suelo, aflojándolo naturalmente y sin labranza mecánica.

Cultivos de cobertura con Leguminosas/Fabáceas

Estos cultivos incluyen muchas especies diferentes de trébol, arveja y guisantes. Las leguminosas/Fabáceas son únicas por tener en sus raíces bacterias simbióticas que fijan el nitrógeno de la atmósfera y poniéndolo a disposición de los cultivos. Esta fijación de nitrógeno permite que los cultivos de cobertura de leguminosas actúen esencialmente como un fertilizante natural para el siguiente cultivo.

El cultivo de cobertura de trébol rojo fija el nitrógeno y provee flores como recursos para polinizadores y otros insectos beneficiosos. Foto: A. Leslie.

La práctica del cultivo de cobertura tiene muchos beneficios

Además de elegir entre diferentes especies de cultivos de cobertura, los beneficios reales para el sistema de cultivo dependerán de cómo se maneje una u otra elección: esencialmente cuándo y cómo se plantan, y cuándo y cómo se terminan antes de plantar el cultivo comercial. Un método común es tratar los cultivos de cobertura como una enmienda orgánica del suelo, a veces llamada “abono verde”. Este método generalmente implica terminar un cultivo de cobertura mediante la siega y luego la labranza del cultivo de cobertura debajo el suelo para acelerar la descomposición de los nutrientes orgánicos almacenados en su biomasa, de modo que esos nutrientes puedan ser absorbidos por el siguiente cultivo comercial.

Soja sin labranza sembrada en un cultivo de cobertura de centeno muerto que continúa protegiendo el suelo de la erosión. Foto: A. Leslie.

Cuando los cultivos de cobertura se dejan en la superficie al evitar la labranza, pueden formar una capa de mantillo orgánico que puede beneficiar el siguiente cultivo al proveer una barrera física que evita el crecimiento de malezas y mejora el hábitat para las especies de artrópodos beneficiosas. La capa de mantillo en la superficie también puede ayudar a reducir la erosión, incluso después de que el cultivo se termina. Para este método, los cultivos de cobertura generalmente se terminan con herbicidas, aunque hay alternativas no químicas como la poda o el rolling. La cobertura con gramíneas tiende a proveer las capas de mantillos más efectivas ya que producen una gran biomasa y sus residuos se descomponen más lentamente que los de las leguminosas o brasicáceas. Este método se usa con mayor frecuencia en cultivos de granos a gran escala que se pueden sembrar sin labranza (siembra directa), directamente en el residuo, aunque algunos cultivos de hortalizas como la calabaza también se pueden sembrar en el mantillo del cultivo de cobertura.

Los residuos del cultivo de cobertura de centeno que persiste como mantillo sobre la superficie de la tierra ayudan a evitar la maleza. Foto: A. Leslie.

Una alternativa al mantillo orgánico muerto es usar plantas de cultivos de cobertura vivas como mantillo vivo. Este método mantiene el crecimiento de cultivos de cobertura entre hileras de cultivos comerciales, donde pueden suprimir la maleza, apoyar a enemigos naturales y, si se utilizan cultivos de cobertura en flor, sustentar especies polinizadoras beneficiosas durante la temporada de cultivo. Dado que los mantillos continúan creciendo, no dependen de una gran cantidad de producción de biomasa antes de la terminación y, por eso, pueden proporcionar más flexibilidad en tiempos de siembra. Idealmente, un mantillo vivo se establecerá y cubrirá el suelo rápidamente, pero no crecerá tan vigorosamente como para competir con el cultivo comercial.

El ryegrass plantado como mantillo vivo de forma anual entre las hileras de tomates previene la erosión del suelo y compite con las malezas durante toda la temporada. Foto: A. Leslie.

La ciencia de los cultivos de cobertura continúa avanzando

La investigación científica continúa mejorando las estrategias de cultivos de cobertura, mientas encuentra nuevos beneficios para la agricultura y el medio ambiente. Como vimos, las aplicaciones concretas son específicas para la granja en cuestión y dependen del cultivo, la presión de plagas, las prioridades de conservación para el área. El programa de Investigación y Educación sobre Agricultura Sostenible del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés) brinda muchos recursos muy buenos que resumen la investigación sobre los beneficios específicos que brindan los cultivos de cobertura. A su vez, el Consejo de Cultivos de Cobertura del Noreste (the Northeast Cover Crop Council) ha diseñado una herramienta en línea para ayudar a los agricultores a escoger qué especies de cultivos de cobertura utilizar, aunque las aplicaciones específicas probablemente requieran un poco de experimentación en la granja para optimizar la práctica (aquí se pueden ver algunos videos de productores, en inglés). Sin embargo, con los muchos tipos de cultivos de cobertura para elegir y las muchas formas en que pueden manejarse, es muy probable que algún tipo de cultivo de cobertura pueda usarse en cualquier granja.


Alan Leslie es Agente de Extensión Agrícola de la Universidad de Maryland en el condado Charles. Hacer click aquí para leer otros posteos de Alan. Traducido por Daniela Bulansky, UMD School of Languages, Literatures, and Cultures.


Cuéntenos lo que piensa y ayúdenos a escribir artículos de su interés contestando estas pocas preguntas. ¡Muchísimas gracias!

3 comentarios sobre “Cultivos de cobertura: usos y beneficios

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s