Por Macarena Farcuh
Las manzanas que consumimos a diario son susceptibles a múltiples daños por desórdenes fisiológicos. Uno de estos daños corresponde al desarrollo de la depresión lenticelar. En este posteo profundizaremos en la descripción de este desorden fisiológico, al igual que describiremos en detalle sus causas y terminaremos proponiendo recomendaciones para disminuir su desarrollo. Lo invitamos a leer este posteo y a ver si alguna vez ha visto el desorden de la depresión lenticelar expresado en alguna manzana que haya consumido.
¿Qué es la depresión lenticelar en manzanas y por qué se produce?
Los desórdenes fisiológicos en manzanas se definen como irregularidades en el tejido del fruto causadas por factores externos, excluyendo patógenos o insectos. Estos desórdenes afectan negativamente al aspecto, la comerciabilidad y la calidad, y por lo tanto aumentan las pérdidas de fruta, lo que se traduce en una disminución de la rentabilidad.

En concreto, la depresión lenticelar es un trastorno cuyos síntomas se caracterizan por manchas marrones de forma irregular en las lenticelas (áreas de la piel de los frutos que permiten el intercambio gaseoso) de la manzana, generalmente en el lado de la fruta que mira al sol, que luego pueden fusionarse y extenderse irregularmente a través de la fruta. Las lenticelas son pequeñas aberturas naturales en la cutícula (parte más externa de la piel) de la fruta. El trastorno comienza a nivel de la piel y luego se desarrolla más profundamente, dando lugar finalmente a una pulpa esponjosa de color marrón oscuro en las zonas afectadas.
El desarrollo de la depresión lenticelar comienza justo antes de la cosecha, pero generalmente está presente en una cantidad mínima. La mayoría de las frutas afectadas por la depresión lenticelar pasan desapercibidas en el momento de la recolección. Las manchas marrones de forma irregular tienden a oscurecerse, crecer y profundizar en la pulpa durante el almacenamiento postcosecha. La fruta que se cosecha más tarde en la temporada tiende a mostrar signos de depresión lenticelar con más frecuencia. Cuando las prácticas de almacenamiento en frío de la fruta se retrasan, el trastorno puede hacerse más prominente.

¿Qué factores causan o contribuyen al desarrollo de la depresión lenticelar en las manzanas?
Múltiples factores pueden contribuir al desarrollo de la depresión lenticelar. Éstos incluyen la susceptibilidad específica del cultivar (características genéticas), las condiciones climáticas, las prácticas previas a la cosecha (poda, raleo, equilibrio nutricional, entre otras), la madurez del fruto en el momento de la cosecha y las estrategias de manejo posteriores a la cosecha y durante el almacenaje en frío.
Genética-Susceptibilidad de los distintos cultivares. En cuanto a los antecedentes genéticos, algunos cultivares son más susceptibles al desarrollo de la depresión lenticelar. Algunos de éstos son: Braeburn, Fuji, Gala, Golden Delicious, Honeycrisp y Red Delicious.
Factores ambientales. Las condiciones climáticas desempeñan un papel muy importante en el desarrollo de la depresión lenticelar. Los casos de depresión lenticelar aumentan en entornos con altas temperaturas (>90°F durante tan sólo 2-3 días) combinadas con alta humedad, como la que tenemos en el Atlántico Medio durante la temporada de desarrollo y maduración de la manzana. Las condiciones ambientales como el calor extremo, la lluvia o la sequía pueden provocar grietas en la fruta, que dañan las lenticelas y aumentan la incidencia del desorden fisiológico.
Factores relacionados con el manejo del huerto. Las prácticas de manejo previas a la cosecha también pueden tener un impacto significativo en el desarrollo de la depresión lenticelar. Una poda inadecuada puede aumentar la susceptibilidad al trastorno. Un raleo inadecuado de las manzanas (conducente a tener una cantidad muy alta de manzanas en el árbol) puede conducir a una falta de circulación del aire que cause un aumento de la humedad en la copa del árbol, potenciando así el desarrollo del desorden, ya que sin una circulación adecuada del aire, la fruta y las hojas permanecerán húmedas durante períodos más largos. Además, una nutrición equilibrada es esencial para evitar el desarrollo de la depresión lenticelar. Se ha observado que las manzanas con bajos niveles de calcio y altos niveles de nitrógeno tienen un mayor riesgo de desarrollar el desorden.
Madurez del fruto en el momento de la cosecha. La madurez en el momento de la cosecha también puede desempeñar un papel crítico en el desarrollo de la depresión lenticelar en las manzanas. La cosecha oportuna de las manzanas es crucial para disminuir la incidencia del desorden, ya que la fruta demasiado madura es más susceptible a la depresión lenticelar.
Almacenamiento postcosecha. Se ha señalado que todas las prácticas que promueven la maduración de la fruta y adelantan la madurez van a aumentar la incidencia de la depresión lenticelar.
¿Qué prácticas pueden aplicarse para reducir el desarrollo de la depresión lenticelar?
Aunque son muchas las causas de la aparición de la depresión lenticelar en manzanas, también hay muchas prácticas para reducirla. El manejo adecuado del huerto precosecha es una de las principales estrategias a seguir. Dado que uno de los factores que más contribuyen a este trastorno es el exceso de humedad, prácticas como el mantenimiento de podas y raleos adecuados reducirán el crecimiento excesivo del árbol y, por tanto, proporcionarán una mayor circulación de aire alrededor del árbol y así menos humedad en la fruta. Otro aspecto importante que debe tenerse en cuenta durante la precosecha es la nutrición adecuada y las pulverizaciones en el huerto. La distribución regular de aerosoles o baños de calcio hasta la cosecha es crucial para reducir la aparición de la depresión lenticelar, ya que este trastorno está estrechamente relacionado con las deficiencias de calcio. También es importante vigilar la cantidad de nitrógeno que se administra e intentar evitar niveles excesivos. Mantener una carga de cultivo equilibrada es de suma importancia, ya que los árboles sobrecargados pueden aumentar la susceptibilidad a la depresión lenticelar.
Además, cosechar la fruta en el momento adecuado de madurez reducirá la incidencia de la depresión lenticelar, por lo que es importante evitar retrasar las cosechas. Además, hay que evitar prácticas postcosecha como el retraso del almacenamiento de la fruta en frío, ya que adelantarán el proceso de maduración y, por tanto, aumentarán la susceptibilidad al desorden. Se sugiere seguir estrategias postcosecha apropiadas, incluyendo el almacenamiento a 32°F-34°F durante 3-6 meses, en cámaras de almacenamiento con un 90% de humedad y bien ventiladas.
Por último, asegúrese de tener en cuenta la susceptibilidad intrínseca del cultivar de manzano que está cultivando, ya que los antecedentes genéticos también desempeñan un papel importante en el desarrollo de este trastorno.
Dra. Macarena Farcuh – Profesora Asistente y especialista en Extensión, Universidad de Maryland, College Park, USA. Hacer click aquí para leer otros posteos de Macarena.
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