Abejas carpinteras: ¿polinizadores o plaga?

Por Anahí Espíndola

Aunque los queramos con todo nuestro corazón, nuestros seres queridos también tienen un lado que a veces nos enoja… y no por esto dejamos de quererlos. De la misma forma que nuestra relación con nuestros seres queridos necesita de paciencia, nuestros lazos con polinizadores y otros insectos beneficiosos también requiere de paciencia y comprensión. Los polinizadores juegan un papel importante en la reproducción de plantas nativas y la producción de alimentos… a pesar de que a veces pueden convertirse en una molestia si no se los maneja adecuadamente. Como con nuestros seres queridos, el hecho de que los polinizadores puedan convertirse en una molestia no debería impedirnos apoyarlos; sólo necesitamos aprender a mantener nuestros lazos con ellos, controlando los aspectos negativos. En el posteo de hoy hablaremos de un polinizador en particular, con el que a veces nuestra relación se puede complicar: las abejas carpinteras.

¿Quiénes son las abejas carpinteras?

En nuestra región, las abejas carpinteras son abejas grandes pertenecientes al género de abejas Xylocopa. Los amantes del aire libre probablemente ya la han visto, ya que las abejas carpinteras orientales son una especie muy común en nuestra región. Esta abejas tiene aproximadamente el tamaño de un abejorro, un «punto» en la espalda y alas oscuras, y cuando se expone al sol, su abdomen aparece brillante. Estas abejas son visitantes florales regulares de muchas plantas ornamentales y de nuestras huertas.

Debido a que son aproximadamente del mismo tamaño que los abejorros, es común confundirlas con ellos. Para diferenciarlos, una mirada a su abdomen nos permitirá saber rápidamente quién es quién; las abejas carpinteras tienen un abdomen brillante, mientras que los abejorros tienen un abdomen peludo.

El ciclo de vida de una abeja carpintera

No es sorprendente que las abejas carpinteras se llamen de esa manera. Su ciclo de vida está estrechamente asociado a la madera, en la que las hembras cavan agujeros para construir sus nidos. Las abejas carpinteras tienen mandíbulas impresionantes, que usan para masticar madera blanda y cavar galerías. Aunque puedan dar miedo por su tamaño, estas son abejas son muy pacíficas y pican sólo si se les molesta de forma agresiva. En la primavera, los machos establecen y defienden sus territorios, una estrategia que les ganará una hembra para aparearse. Durante esta defensa, «ahuyentan» a otros machos pero también a personas que pueden estar cerca de lo que consideran sus territorios. A pesar de que este comportamiento pueda parecer peligroso, estos machos son inofensivos, ya que no tienen aguijones y, por lo tanto, no pueden picar.

Las hembras de las abejas carpinteras tienen piezas bucales muy fuertes, con las que agujerean la madera de forma muy precisa. Video: M. Raupp.

El ciclo de vida de estas abejas sigue las estaciones. A principios de la primavera, los adultos que hibernaron emergen y se aparean, y las hembras construyen los nidos. Estos nidos consisten en galerías en la madera, al final de las cuales las hembras ponen huevos y almacenan alimentos (néctar y polen) para la larva en desarrollo. Las larvas se desarrollan a lo largo de la primavera y el verano, y al final del verano emergen como adultos. Estos adultos son las abejas carpinteras que solemos ver volando a principios del otoño. Una vez que las temperaturas empiezan a bajar al principio del invierno, los adultos regresan a algunas de las cavidades y pasan el invierno allí, emergiendo en la primavera siguiente, para reiniciar el ciclo.

¿Por qué las abejas carpinteras pueden convertirse en una molestia?

Como vimos anteriormente, las abejas carpinteras anidan en la madera. Si una casa o estructura está construida en madera, estas abejas pueden usarla para construir sus nidos. Cuando esto sucede, estas abejas tienen el potencial de afectar la integridad de nuestros edificios. Entonces, si bien estas abejas son polinizadores nativos muy importantes, este aspecto en particular es el que puede ser problemático en nuestra relación con ellas. La buena noticia es que existen soluciones para que este problema nunca suceda.

Las abejas carpinteras anidan en la madera, que a veces puede ser parte de edificios. Saber cómo proteger proactivamente las estructuras de madera es la mejor manera de manejar este polinizador nativo, mientras protegemos nuestros edificios. Foto: H. Jacoba.

Si todavía no hay nidos en la madera

En estos casos, la solución proactiva tiene que ser preferida sobre la reactiva. Si tenemos estructuras de madera importantes que no queremos ver ocupadas por estas abejas, lo mejor que podemos hacer es primero usar madera dura (que a estas abejas tiende a no gustarles) y/o tratar la madera. El tratamiento realmente consiste en pintar o barnizar la madera, lo que desinteresará a los adultos. Un muy buen tratamiento es el recubrir la madera con aceite de almendras cada primavera, lo que hará que las abejas busquen otro sitio de anidado.

Otra acción proactiva que se puede tomar junto con el tratamiento de la madera es redirigir a las abejas hacia superficies menos importantes para nosotros. Para ello, se pueden instalar trozos de madera que no le interese conservar en otras partes de su propiedad. De esta forma, las hembras elegirán esos materiales en lugar de la madera que queremos proteger. Además de proteger la madera, esto nos permite matar dos pájaros de un tiro: apoyamos a estos importantes polinizadores nativos de nuestra región mientras reducimos sus posibles impactos negativos en nuestros edificios.

Si las abejas ya están instaladas en la madera

Si las abejas ya están establecidas, se nos presentan varias opciones. Primero, si el número de nidos es realmente bajo, y si la estructura se puede reemplazar, entonces ésto debe hacerse, asegurándose de que la nueva estructura de madera de reemplazo sea tratada. Si es posible, la pieza de madera que se retira se puede colocar en otra parte de su propiedad, lo que proporcionará al mismo tiempo recursos de anidado para este polinizador y protegerá su casa.

Las abejas carpinteras a veces pueden establecer muchos nidos en materiales estructurales. Si esto afecta la integridad del edificio, es posible que se necesiten acciones más extremas. Foto: JoeyZ51.

Si el trozo de madera no se puede quitar y, en particular, si los nidos parecen poner en peligro la integridad del edificio, se debe tomar una acción más radical. En ese caso, se puede considerar el uso de insecticidas. Si se toma esta decisión, es importante no realizar aplicaciones de insecticidas sin el conocimiento adecuado, lo que significa que debe ser hecho por un aplicador experto. Este punto es realmente importante, porque los tratamientos con insecticidas generalizados e inadecuados pueden conducir a una menor eficacia del tratamiento y a la muerte de otros insectos beneficiosos (por ejemplo, otras abejas, agentes de control de plagas, etc.) que pueden entrar en contacto con la región tratada.


Dra. Anahí Espíndola – Profesora Asistente, Departamento de Entomología de la Universidad de Maryland, College Park, USA. Hacer click aquí para leer otros posteos de Anahí.


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