Enfermedades, plagas y malformaciones comunes del tomate

Por Ángela S. Sáenz

Cultivar tomate es una experiencia enriquecedora. No sólo se obtienen frutos deliciosos al final de la temporada, sino que además es una excelente planta para aprender sobre manejo de cultivos, ya que crece de manera vigorosa pero puede ser susceptible a enfermedades de suelo o del ambiente, al ataque de plagas, e incluso a deficiencias nutricionales o problemas de riego. Revisemos algunos de estos problemas y cómo solucionarlos.

Problemas abióticos

“Culo Negro” o necrosis apical del fruto

Esta pudrición se muestra en forma de lesiones secas que crecen desde la zona más distal (zona baja del fruto) hacia arriba. En presencia de esta pudrición otros hongos como mohos pueden desarrollarse y afectar el tejido interno del fruto.

Foto: J. Duarte.

Este daño se observa comúnmente en los primeros frutos en desarrollarse y es causado por deficiencia de calcio. Este mineral es sumamente importante en el desarrollo de frutos ya que brinda soporte a las paredes celulares. Este síntoma también puede aparecer debido a condiciones de deficiencia hídrica (poca agua) lo que impide el transporte de calcio a través de la planta hacia los frutos, por condiciones de pH de suelo muy básico, así como por el exceso de fertilizaciones nitrogenadas.

Para evitar este daño es importante realizar aplicaciones de fertilizante a base de calcio, incluso antes de la siembra, mantener una hidratación del cultivo constante y profunda, y evitar el uso excesivo de fertilizantes nitrogenados como nitrato de amonio. Es importante remover frutos con este síntoma inmediatamente para evitar la presencia de hongos oportunistas en su tomatal.

Agrietado del fruto

Este daño en el fruto puede presentarse como agrietamiento en las paredes del mismo, o como patrones circulares color café cerca del pedúnculo.

Foto: J. Duarte.

Este problema aparece por un desequilibrio hídrico durante el desarrollo del fruto. Al expandirse las paredes celulares, y en ausencia de agua, se da un desgarre en las capas externas del fruto, haciendo que su apariencia sea agrietada o con estrías. Puede ser causado también por un exceso de nitrógeno en plantas establecidas; fertilizantes nitrogenados muy ricos en nitrógeno como la urea (46% N) o el nitrato de amonio (33% N) pueden causar este daño de forma irreparable. Esta condición también puede suceder cuando hay cambios bruscos de temperatura entre el día y la noche.

Para evitar este daño es importante mantener un riego constante y profundo, y un suelo bien drenado. También puede aplicarse mulch o cubrir el suelo con material orgánico para retener la humedad. Incluso cosechar los frutos antes de que se encuentren completamente maduros en casos de lluvias fuertes constantes puede evitar la aparición de este síntoma.

Deformidades del fruto “Cara de gato”

Algunos frutos pueden presentar deformidades con cicatrices profundas u orificios. Este desorden ocurre al final de la floración de variedades con frutos grandes y se debe a la exposición a temperaturas por debajo de los 10°C (50°F).

Para evitar esta malformación se debe evitar trasplantar antes de la última helada. Otra práctica recomendada es cubrir el suelo con plástico negro para mantener el calor.

Foto: UMD Extension.


Problemas Bióticos

Tizón temprano

Es una enfermedad en hojas muy común en tomates, causada por los hongos Alternaria linariae y A. solani. La infección aparece en forma de círculos café concéntricos en hojas bajas. Las lesiones se agrandan y pueden dar lugar a una cobertura atizonada en la hoja, pudiendo causar la pérdida del follaje. Esta enfermedad puede afectar a cualquier etapa de desarrollo, pero es más problemática durante la fructificación, ya que, a pesar de afectar principalmente a hojas viejas, puede también atacar el tallo y los frutos.

Foto: J. Duarte.

Este hongo se dispersa por viento y agua; el salpicado de la lluvia puede hacer que las hojas sean infectadas al inicio de la temporada de producción. Este hongo puede invernar en el suelo y en residuos de cosechas por más de un año, por lo que es recomendable remover cualquier resto de cultivo al final de la temporada de cosecha.

Para controlar la dispersión de esta enfermedad se recomienda controlar las arvenses o malas hierbas, y eliminar residuos de cosecha del campo. También es importante un espaciamiento adecuado entre plantas para favorecer la aireación. Debido al método de dispersión de este hongo, el uso de coberturas de suelo es recomendable. Finalmente, al aplicar riego se debe evitar mojar el follaje, por lo que el riego por goteo es ideal. Para reducir su incidencia, es importante mantener un monitoreo constante y eliminar cualquier hoja infectada. En áreas con alta incidencia la aplicación de azufre en polvo puede ayudar a proteger hojas nuevas.

Ácaro rojo o arañita roja (Tetranychus urticae)

Fotos: J. Duarte, A. Soto Sáenz.

Esta plaga es común en condiciones de alta temperatura y baja humedad relativa. El daño creado por este ácaro se observa inicialmente en forma de puntos o manchas amarillas en el haz de las hojas. Una vez que la infestación es alta se puede observar un bronceado y amarillamiento de las hojas, mientras que el envés de la hoja muestra una fina tela sedosa a través de la cual estas arañitas se mueven y protegen.

Para evitar la infestación de esta plaga se recomienda una fertilización balanceada e irrigación controlada, evitando el exceso de nitrógeno. También se recomienda la eliminación de arvenses y residuos de cosecha, ya que los ácaros pueden invernar en estos materiales.

Una de las formas de control de esta plaga es la aplicación matinal de aceite agrícola o jabón potásico o con piretroides. A pesar de que este tratamiento es eficaz, es extremadamente importante leer las instrucciones de cualquier producto antes de aplicarlo en un cultivo.

Minador de la hoja (Liriomyza trifolii)

Esta plaga es común en muchos vegetales. El minador es una larva de mosca que se alimenta del interior de las hojas, creando una galería o mina interna en forma de serpentina que la protege de agentes externos. Este insecto puede invernar como pupa en el suelo y múltiples generaciones pueden encontrarse a través del periodo de cultivo.

El daño inicial puede observarse en forma de puntos de aguja. Conforme la larva se va desarrollando y alimentándose de la superficie foliar, crea una galería con coloración amarillenta o grisácea.

Foto: S. Nelson.

Debido a que este insecto se alimenta por debajo de la superficie, insecticidas de contacto no son efectivos para su control. Para controlarlo, se recomienda un monitoreo constante y, en caso de encontrar las minas, aplastarlas con los dedos para matar la larva. El control de arvenses y la remoción de restos de cultivo ayuda a disminuir la presencia de este insecto. También lo hace la labranza del suelo al principio de la primavera, ayudando a matar las pupas que se encuentren invernando en el suelo.

Mosca blanca (Bemisia spp.)

Esta plaga afecta una gran variedad de cultivos y puede transmitir virus nocivos. Estos son insectos chupadores y, al alimentarse de los fluidos de las plantas, excretan una sustancia brillante llamada ligamaza o mielada que puede cubrir las hojas. Esta sustancia suele cubrirse de un hongo negro o grisáceo llamado fumagina, que puede invadir toda la superficie de la hoja, evitando la fotosíntesis y debilitando la planta. Entre los daños que causa se encuentran el amarillamiento y la caída de hojas.

Foto: J. Duarte.

Entre las prácticas para evitar el ataque de este chupador se encuentra el uso de coberturas vivas como culantro, para enmascarar el olor del tomate, remoción de arvenses, el uso de jabones de potasio, repelentes o insecticidas naturales, y trampas pegajosas o enemigos naturales.


Para saber más:

Explorando e Identificando Enfermedades en Tomates – PennState Extension.

López Marín, L.M. 2017. Manual Técnico del cultivo de tomate (Solanum lycopersicum). INTA. San José, CRC.


Ángela S. Sáenz es Ingeniera Agrónoma y estudiante de Maestría en el Departamento de Entomología de la Universidad de Maryland, College Park, USA. Hacer click aquí para leer otros posteos de Ángela.

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